Sabes que hacerte fotos a ti y a tu familia es una de mis cosas favoritas del mundo mundial. De hecho, mi sueño a nivel laboral, es que las familias me contraten en sus vacaciones y recorrerme el mundo haciendo click mientras descubrís lugares y sensaciones inolvidables conmigo al lado, fotografiando sin parar. Llámame loca.

Pero también sabes que pienso que tú eres la mejor fotógrafa que pueden tener tus hijos. Ahora quizás algunos fotógrafos profesionales se me echen encima, pero es la realidad. Yo no aspiro a vivir con las familias que me contratan. Entiendo que mis servicios tendrán una duración limitada. ¿Y después?

Pues después seguirá habiendo miles de momentos que tengan que ser inmortalizados y si no hay ningún fotógrafo profesional disponible para ti las 24 horas del día, que aprendas a capturarlos lo mejor posible por ti misma es también mi deseo.

Toma nota de estas ideas para que tus fotografías caseras suban de nivel.

Idea 1: únete al movimiento

«¡Niño, estate quieto!»

Que levante la mano quien no ha escuchado esta frase de la boca de alguna madre para hacerle sus fotos. Puede que incluso se nos haya escapado a nosotras mismas alguna vez. Pero ya sabéis que no es efectivo, y que lejos de ello, lo que ocurre es que nuestros hijos pueden coger aversión a la cámara.

Así que, si no puedes con tu enemigo, únete a él. Y disfruta de su movimiento.

Y recuerda: utiliza velocidades altas para congelarlo y velocidades bajas para reflejarlo.

Idea 2: ¡a jugar!

Si somos muy pesadas con la cámara, puede que nuestros hijos pasen por momentos en los que huyan cuando queramos hacerles fotos. Es normal, y no pasa nada. Deja que descansen y ya volveremos a la carga en otro momento.

Pero si tienes muchas ganas de fotografiar, un truco que suelo utilizar es jugar con ellos. Así de sencillo.

Para mí, la fotografía, es un juego. Y para que mi hijo lo viva de esa forma, comparto mi juego con los suyos.

Si a tus hijos les gusta disfrazarse, prepara una tarde de disfraces mientras tú aprovechas para hacerles fotos.

O probar cosas que están supuestamente prohibidas. Como escribir en los cristales.

O salir a jugar a juegos tradicionales:

Idea 3: mira con otros ojos las rutinas del día a día

A mí las rutinas no me gustan nada. Me gusta que los días sean diferentes y las cosas que se repiten, me aburren. ¡Qué le voy a hacer!

Pues lo que voy a hacer es fotografiar aquello que no me gusta y sacarle todo el jugo y toda la belleza posible. Es la mejor forma que se me ocurre para hacer las paces, y hasta puede que encariñarme un poco.

Porque en las rutinas puedes encontrar una fuente inagotable para documentar la vida en familia. Empieza a observarlas de otra forma, trata de alejarte un poco de tu papel habitual y conviértete en espectadora. Descubrirás los pequeños gestos que se repiten cada día pero que, por ser habituales, pasan desapercibidos.

Estas son solo 3 ideas que uso en mis fotografías personales. Espero que las pongas en práctica y que tus recuerdos se enriquezcan.

Yo, por mi parte, te espero en la clase de Héroes de esta noche. En ella seguiremos hablando de la infancia, de cómo fotografiarla y de todas sus maravillas.

¡Te espero! ♥

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