
Crecer. Cambiar. Para ser mejor.
Novedades, mudanza y un poco de misterio.

El tiempo es impredecible. Nunca sabes lo que va a ocurrir, en qué momento el universo va a decidir que tu vida debe cambiar. Un día, en un instante, considera que el asunto está muy monótono, que basta ya de tanto aburrimiento y de no saber qué es lo que de verdad te gusta, así que coge el tablero y le da un giro de 180º. ¡Zas! Y ahí estás tú, un poco mareada por tanto movimiento y el exceso de ilusión: con tus expectativas renovadas (porque las de antes ya no sirven), con más perspectiva (como si cerraras el diafragma y llegaras a ver más y más lejos) y trazando una nueva ruta para alcanzar otros objetivos.
Son momentos memorables que no quieres olvidar por nada del mundo.
Hace unos días se cumplieron 2 años de uno de esos momentos.
Todo empezó de forma inocente. Hay palabras que se las lleva el viento (adiós, adiós palabras huecas) y otras que dan en el clavo y desencadenan toda clase de sucesos mágicos. ¡Cuidado con lo que decís y a quién! Podéis acabar en Irlanda, por lo menos.
Un día se me ocurrió decirle a Ana (a quien conocía de un par de encuentros de mis viajes a Madrid) una gran verdad: «¡Qué guapos son tus niños!». Y lo siguiente que recuerdo es un «Pues vente a fotografiarlos» y a los 5 minutos ya estaba haciendo las maletas para pasar con ella y su familia unos días en la ciudad que les acogió durante un tiempo. ¡Así son las cosas con Ana! y a mí no me lo tienen que pedir dos veces, claro. Rumbo a Dublín se ha dicho; pues allá que voy.
Y tan contenta. ¿Por qué? Arrímate a la pantalla, que te voy a contar un secreto. Tengo 2 grandes anhelos a nivel fotográfico, que siempre (cada segundo de mi vida) quiero hacer realidad:
Uno lo cumplo con mucha asiduidad, porque no paro de moverme para realizar sesiones fotográficas, pero no me había hecho salir del país hasta entonces. El otro espero que no tarde en llegar, y ahí lo dejo, para quien lo quiera recoger 😉
Pero Ana me dio la posibilidad de cumplir mi SUEÑO, así en grande: viajar haciendo fotos. Y así este viaje se convirtió en mucho más que eso. Fue la puerta a grandes cosas y, entre ellas, la amistad que desde entonces nos une.
Si me sigues hace tiempo, habrás tenido ocasión de ver estas fotos, pero estoy segura de que te encantará recordarlas. Si llevas poco tiempo por aquí, te invito a que te des una vuelta por Dublín con esta preciosa familia Canaria.
En realidad, no podría decir que fuese una sesión. Más bien fue una EXPERIENCIA hecha fotografía. Fueron 4 días en su casa, con su familia, visitando Dublín y alrededores. Pero para terminar de colmarme de felicidad, además de todo esto, estuve acompañada de mi hijo. ¡Creo que no se puede pedir más! Sé que tú me entiendes.
Visitamos castillos, playas, parques impresionantes. Nos despertamos juntos, jugamos, comimos, reímos… Cada vez que me paseo por sus fotos, no puedo dejar de pensar que esto es lo que realmente quiero hacer: contar historias en imágenes.
Tengo la seguridad de que además, las fotos de Ana y su familia, ganarán mucho valor con el tiempo. Todas lo hacen, pero éstas más. De esta forma, su paso por este país quedará en sus memorias para siempre, y gracias a las fotos, podrán volver a esos momentos mágicos una y otra vez. Porque a mí me gusta jugar con ese niño travieso llamado Tiempo y, entre tú y yo, me encanta ganarle la partida a través de mis fotos.
Aquí otras palabras mágicas: gracias por leerme ♥
Hemos pasado ya el ecuador de Mayo así que ha llegado el momento de planificar la agenda para las semanas que vienen y, entre tú y yo, junio se presenta cargado de trabajo, viajes y encuentros maravillosos.
Así que si tienes en mente hacer tu sesión de fotos en los próximos meses, te recomiendo que no dejes para más tarde la reserva porque la agenda empieza a estar muy apretada.
En el post de hoy te traigo noticias frescas. Aquí va la primera: si vives en Tomelloso o Madrid, en unas semanas estaré de tour por estas ciudades. ¿Quieres más información? Pues sigue leyendo 😉
Aunque durante los meses de verano me tomaré un descanso en cuanto a los cursos online, el trabajo continúa con las sesiones de fotos y otros talleres muy, muy especiales, y no quiero que pierdas la ocasión de participar en alguna de estas actividades si son de tu interés o de trabajar juntas si tienes la posibilidad, sólo porque no te haya llegado la información. Así que toma papel y lápiz, o acerca tu agenda para anotar todo aquello que pueda llamarte la atención. ¿Preparada? Empezamos.
Como sabes, me gusta moverme, viajar y conocer sitios nuevos. Los kilómetros nunca han sido un impedimento para realizar mi trabajo. Por eso voy a tener un mes movidito, con la cámara a cuestas, y con ganas infinitas de participar de estos planes impresionantes:
Así que, como ves, tengo un junio de los que me gustan: ajetreado, sin parar de viajar y muchas personas especiales para retratar el momento. El tuyo y también el mío, porque estos encuentros también me enriquecen como persona y fotógrafa, me recargan las pilas y me dejan la cabeza como un avispero de ideas. Espero generar material suficiente como para llenar de imágenes el espacio que hay de Suances a la luna.
¿Lo has anotado todo? Cuento contigo ♥
Pues nada, aquí estoy un martes más, pero esta vez no es un martes cualquiera. Dicen por ahí que mañana cumplo años, 35 para ser exactos. A mi este número me pone nerviosa, a partir de mañana estaré más cerca de los 40 que de los 30, y aunque aún queda muuuuuuuuuucho (que sí, que queda mucho leñe!) pues empiezan a sudarme las manos…
Así que hoy te traigo un post un poco diferente, más personal, pero también lleno de fotos 🙂
Algo no cuadra. Vale, sí, han pasado los años y según todos los cálculos, en efecto, mañana cumplo 35. Pero ¡no me siento para nada una persona de esa edad! ¡No y no!
Tengo energía, las cosas más claras y muchas ganas de dar guerra.
He viajado (pero aún tengo mucho pendiente), he querido con locura (pero todavía me queda mucho amor para repartir), he apostado por lo que quería ser en la vida y lo he logrado (pero aún me quedan muchas metas que alcanzar), tengo un Señor Bajito a mi lado (…), por mencionar sólo un puñado de metas alcanzadas; un cumpleaños más no va a poder con mi ánimo.
Así que, querida, ya que estamos aquí juntas, vamos a ponerle un poco de color a la vida. Te invito a festejar conmigo este aniversario, y para ello me gustaría que te hicieras con algún líquido elemento apropiado para brindar y que, con él en mano, siguieras la lectura de esta entrada. Vamos a echarnos unas risas. Juntas.
Los finales de etapas siempre invitan a reflexionar y hacer una especie de balance. Hoy quisiera compartir contigo algunos de esos momentos memorables (que te gustaría olvidar) de la historia de una mujer:
El descubrimiento de tu primera cana: mi primera cana fue con 20 años, y ahora tengo muuuuuuuuuuuchas. Tantas que me cuesta encontrar un pelo de mi color. Esto lo he remediado recientemente 😉
La primera vez que alguien te dice «señora». Suena a insulto, a guantazo en la cara y como tal se lo cuentas a tus amigos con mucha indignación. «Señora… ¡a mí! Cuánta indecencia.»
El momento en el que te das cuenta de que tu reloj biológico no está sincronizado con tu edad mental. Porque no tenemos puesto el automático como el móvil, que se actualiza sin que le tenga que ajustar la hora. Qué maravilla. Pues eso no pasa con las personas. La mente por un lado, y la biología por otro.
Cuando se te ocurre encender la radio para escuchar música y no conoces a ninguno de los grupos y cantantes. ¡¡¡A NINGUNO!!! Y no sólo es que no los conoces, es que piensas «¿qué mierda es esta?»
¿Y cuando te descubres diciéndole cosas a tu hijo que te decían tus padres y que nunca pensaste que saldrían de tu boca? El declive.
El caso es que, lo quiera o no, los 35 han llegado. Aquí están, sin que nadie les llamara. Y han venido para quedarse.
Pero, ¿sabes lo que te digo? Que ahora me siento más yo. Mucho más fuerte, mucho más consciente de las cosas y de mí misma. En otras palabras: mucho más mujer. Si en algún momento echo de menos los 20, se me pasa pronto porque:
Resumiendo: cumplo años, el DNI dice que 35, y aunque yo no estoy muy de acuerdo habrá que celebrarlo, ¿no? Así que me voy a marcar una fiesta, tomar un copazo y haceros un regalo: si compras uno de mis cursos sin tutoría antes del viernes, te regalo 1€ por cada año cumplido sobre el precio original.
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Como ya sabes, hace unas cuantas semanas, hice cambios importantes en las entregas de las sesiones. He reestructurado los packs, aunando lo que más éxito ha tenido durante el último año de trabajo. Sois muchos los que pedíais los archivos digitales en alta calidad, pero también muchos los que no queríais prescindir de un buen producto impreso. Un producto de calidad y diferente.
Ya sabes que yo siempre apuesto por el producto impreso, es nuestra única garantía de que el trabajo y vuestros recuerdos, perduren en el tiempo. Pero entiendo que desees tener las copias en alta calidad, para poder hacer tantas copias que desees y cuando te apetezca, sin tener que estar pendiente de mis plazos de entrega.
Cuando se termina tu sesión de fotos, todavía queda gran trabajo por hacer. En ese momento comienza la magia, y tus fotos empiezan a tomar otra dimensión. Los recuerdos se quedan grabados para siempre, y una vez pasado todo el proceso de selcción y edición por mi parte, y pasado también tu criterio para seleccionar aquellas que más te gustan para recibirlas impresas, las fotos se envían a manos expertas para que puedas, por fin, tocarlas.
A mí este momento me encanta. En el caso de los álbumes, trabajamos en elegir lo mejor para tu sesión:
El mejor formato: dentro del tamaño elegido, a veces es mejor elegir un formato cuadrado, y en otras ocasiones, un formato apaisado.
La mejor portada: Me encanta elegir una portada que represente y resuma vuestra historia, parece trabajo fácil, pero tiene su aquel.
La mejor forma de contar vuestra historia: el álbum es un libro que narra la historia de ese momento vivido en la sesión. Hacer que las páginas cobren sentido, es un trabajo importante. Aquí, mi máxima es «menos es más». No por meter más fotos en el álbum, va a resultar mejor.
Los detalles son importantes: elegir entre un montón de colores para que vuestro álbum tenga un toque personal en el cosido. Es una de mis partes favoritas, sin duda. Siempre aporta personalidad a tu álbum.
Cuando el trabajo está hecho, y el estudio se llena de preciosos álbumes con un montón de historias en su interior, es un momento único. Esta semana tengo dos embarazos, un recién nacido y dos comuniones en mi estudio. Se están preparando para viajar hasta sus casas, pero aún queda un poquito del proceso. Hay que mimarles y ponerles bonitos antes de despedirme de ellos, ¿quieres ver cómo se acaban las entregas?
Nos vemos la semana que vienen ♥