Al leer el titular del post, seguramente pienses que en él vas a encontrar las tarifas de mis sesiones fotográficas, pero en realidad vengo a contarte desde el punto de vista del fotógrafo, cuánto cuesta una sesión de fotos.
Antes de dedicarme a la fotografía de manera profesional, cuando me encontraba en el mismo lado del mostrador que tú, pensaba, seguramente, lo mismo que tú: «¿Por qué cuesta tanto dinero una sesión de fotos?». Por eso quiero escribir este post, porque a menudo me encuentro con gente que cree que las sesiones de fotos son caras, (otro día ya entramos en el concepto caro barato).
Sé que el artículo de hoy no es especialmente bonito, aunque trataré de adornarlo con fotos bonitas, para que no se haga tan pesado. Pero de verdad creo que los fotógrafos tenemos que contar algunas cosas sobre nuestro trabajo, ya que la mayoría de las veces, la percepción que se tiene de él no se corresponde con la realidad.

¿Qué hay detrás de tu sesión fotográfica?
Sí, porque cuando se contrata una sesión fotográfica, normalmente, se piensa en el momento de la sesión, pero no se piensa en todo lo que ocurre antes, y después de ellas. Así que aquí te dejo una lista de algunas cosas en las que trabajamos los fotógrafos antes y después de tu sesión:
- El primer paso suele ser contestar todas las dudas que tengas sobre nuestro trabajo. Mails, llamadas, presupuestos, contratos etc. No sabría decir cuánto tiempo llegamos a invertir en este proceso, por supuesto, depende de cada caso, pero podríamos estimar que al menos entre 30 y 45 minutos por cliente tranquilamente.
- Una vez firmado el contrato de servicio, el siguiente paso es hablar sobre qué es lo que vamos a hacer. Buscar una localización adecuada en caso de trabajar en exteriores, preparar el estudio para que esté bonito y listo para vuestra sesión. Otra vez, depende de cada caso, pero aquí podemos invertir entre 1 y 2 horas, más los desplazamientos a la localización para conocer la luz, el entorno, lo que mejor funcionará en las fotos, etc.
- Llega el gran día. Normalmente, las sesiones de familia vienen a durar entre hora y media y dos horas. A esto súmale al menos, media hora, porque nosotros llegamos antes para revisar el sitio. Por supuesto, también está el desplazamiento a dicha ubicación.
- Aquí comienza la post producción de tu sesión fotográfica. Ahora toca volcar al ordenador todas las fotografías que hemos hecho. Hacer copias de seguridad, revisar todas las imágenes, hacer varias revisiones para seleccionar las que después subiremos a una galería privada, desde donde podrás elegir tus fotografías cómodamente desde tu hogar. Este proceso yo lo realizo en varios días. Las fotos me gusta verlas varias veces antes de decidirme por las mejores, ya que las fotos «reposadas» se ven de otra forma. Se invierten entre dos y tres horas en varios días.
- Editar cada fotografía seleccionada, para sacar el máximo potencial y darle el toque personal de cada fotógrafo. Como todo, dependerá de la cantidad fotos seleccionadas, pero aproximadamente se invierten otras dos horas de trabajo.
- Ahora sí, se suben todas las fotografías a una galería a la que podrás acceder para hacer tu selección. Preparar la galería, envío de email con indicaciones y claves para acceder, aproximadamente, otros 30 minutos.
- Una vez que tienes tus fotos seleccionadas, en mi caso, éstas se preparan para enviar a imprimir. En este proceso se invierten al menos, otros 30 minutos.
- Una vez que llegan tus fotografías impresas, preparo el pedido y te lo entrego en el estudio. Calcula otra hora en total.
- Todas mis sesiones incluyen la impresión de tus fotografías en fine art, y la entrega de un USB con una copia en calidad web con firma, para que puedas compartirlas y enviarlas, así como verlas en tus dispositivos electrónicos. Por lo que también hay que sumar el gasto correspondiente de dichas copias y del producto final.
En resumen, llegamos a invertir de entre 10 a 12 horas sólo en una sesión de fotos, más los gastos que esta con lleva.

Pero esto no es todo
Claro, este es el tiempo y algunos recursos que se invierten sólo en tu sesión. Pero ser fotógrafo profesional, implica ser autónomo, y ser autónomo implican muchos más gastos, entre los que se encuentran:
- Gastos del estudio (alquiler, hipoteca, luz, agua, etc.)
- Gastos del equipo (cámaras de fotos, objetivos, ordenadores, software…)
- Gastos de la web (alojamiento, dominio, mantenimiento…)
- Gastos en publicidad, formación, y mucho más.
- Gasto de autónomos, IVA (sí, porque recuerda que el 21% de nuestros precios, no es para nosotros, es para hacienda), y otros impuestos que pagamos.
- Y la lista sería infinita, como cualquier otro autónomo de este país.

No queremos dar pena…
No es mi intención con este artículo, que pienses que la vida del fotógrafo es mala, ni que estamos mal. Mi intención es que conozcas lo que hay detrás de dedicarse a ello, y que como cualquier otra profesión, requiero mucho tiempo y dinero. Es verdad, los fotógrafos hacemos lo que nos gusta, al menos a mí me encanta. Pero también me gusta viajar con mi familia, estar con mis amigos, y un montón de cosas más, que sin el trabajo, no podría realizar. Por eso decidí profesionalizar mi pasión, para poder vivir haciendo lo que me gusta.
Y desde aquí, y para terminar con este artículo, me encantaría agradecer a todas las personas que han confiado en mi este año para guardar un cachito de ellos para siempre. Gracias por dejarme hacer lo que más me gusta ♥
