
Mi hijo no quiere hacerse fotos
Cada niño es un mundo. Yo sólo soy madre de uno, pero es fácil ver cómo dentro de una misma familia, distintos hermanos son bien diferentes entre sí. En realidad es lo normal, ¿verdad? ¿por qué deberían parecerse? Así que en una sesión de fotos uno puede estar encantado de la vida con que le fotografíen y otro, pues no.
Entonces, ¿qué pasa si mi hijo no quiere hacerse fotos?
El niño es lo primero
El mayor problema, normalmente, es que les exigimos demasiado. Les pedimos que sonrían, que sean amables con la extraña que está detrás de la cámara, y que se lo pasen bien (o al menos que hagan como si se lo pasaran). Porque claro, sería una faena haber contratado una sesión de fotos y que no consigamos hacerla, ¿verdad?
Es comprensible que los padres, en este sentido, nos mostremos un poco nerviosos, y ansiosos porque todo salga bien, y que se cumplan nuestras propias expectativas. Pero lo que mejor funciona es no esperar nada, de verdad. Es así como mejor sale todo. Si nosotros estamos nerviosos, nuestros hijos, también.
¿Y si lo hacemos diferente?
Si presentamos a los niños nuestra sesión de fotos como algo que tienen que hacer, algo a lo que están obligados, lo que nos puede pasar es que algunos nos digan que no, que ellos pasan. Que no les gusta estar pendiente de una cámara, y que eso es aburrido.
A mi la verdad es que me parece totalmente lógico, seguramente la decisión de haceros fotos no haya sido suya, así que vamos a trabajárnoslo un poco al menos, vamos a presentárselo de forma divertida, y hacer algo que a ellos les apetezca.
Además, nunca presentéis una sesión de fotos como tal. Yo al menos no lo hago. En realidad es un juego (para mi también, mi juego favorito 🙂 ). Así que la idea es esa, pasar un rato juntos, jugando, riendo, corriendo, saltando, volando una comenta… ¿De verdad crees que tu hijo va a decir que no quiere hacer estas cosas contigo? Lo que no quiere es posar para una persona extraña.
Mamá y papá, tened en cuenta estas cosas
Hay algo que no me canso de decir: ellos mandan. En las sesiones de fotos, ellos son los protagonistas, porque es por ellos que estamos allí. Si no, probablemente, estaríamos haciendo fotos de pareja, pero no de familia. Así que ellos son los que tienen la batuta, y los que dirigen la orquesta.

Van a ser los pequeños quienes marquen el ritmo de la sesión. Es importante que vengáis abiertos a cualquier cosa. A veces un paseo por la playa acaba en un rebozado por la arena (bastante probable) o en un chapuzón en la orilla (bastante probable también). Basta con ser previsores y llevar ropa de cambio, como casi siempre con los niños, por otra parte.

A veces hay casos especiales
La verdad es que podría decir que nunca me he encontrado con niños con los que no haya conseguido conectar desde prácticamente el principio, hasta hace unos días. Sí, por eso he decidido hacer este post, porque sí creo que haya casos especiales, en los que los peques requieran más tiempo para hacerse a la idea de que hay una persona extraña siguiéndoles con la cámara.
Tal y como comentaba al principio del artículo, cada niño tiene su personalidad, así que, papás, si tenéis un peque o una peque al que le cuesta abrirse a los demás, mucho amor y mucha paciencia. Y sobre todo, no vamos a tratar de forzar la situación. Si el pequeño se siente más cómodo en los brazos de mamá o de papá, así será. Y será un recuerdo maravilloso, porque cuando crezcan, nos necesitarán cada vez menos, y llegará un día en el que no querrán estar pegados a nosotros.
Y créeme, sé de lo que hablo. Yo era una de esas niñas ♥
