Soy algo así como una evangelizadora de la impresión fotográfica. No lo puedo evitar.
Desde que las cámaras digitales están en nuestras vidas, la fotografía ha pasado a un plano diferente, a uno muy abstracto, y muy efímero. Yo era de las que no imprimía fotos al principio, lo reconozco. Pero fue llegar Gabriel a nuestras vidas… ¡y me entró congoja sólo de pensar que un día podía quedarme sin todos esos recuerdos!


Desde entonces, todas las navidades, preparo un álbum, o unas cuantas copias impresas. Y lo hago por triplicado: una copia para nosotros, y otras dos para los abuelos maternos y paternos.
Así, ya tengo el regalo hecho, y evito entrar en el blucle de:»¿qué regalo este año? ¡pero si ya tenemos de todo! ¿qué necesidad habrá de pasar este rato?». Y por supuesto, los abuelos se quedan más felices que unas perdices 🙂
Y, como procuro ser consecuente con mis «creencias», mis sesiones fotográficas se entregan en papel, impresas.
Bueno, no siempre ha sido así… y es que, hasta hace unos 3 años, las fotos que imprimía eran siempre en un álbum. Uno de esos álbumes digitales, que con el paso de los años han ido mejorando, pero que, todo hay que decirlo, al principio eran el horror.
Pero un día decidí imprimir fotos en papel, en uno de los buenos, uno muy especial, en uno que sí, vale, sale más caro… pero aún recuerdo la sensación de ver, tocar, y oler (lo sé, soy muy friki con las fotos) esas imágenes, ahora sí, hechas fotografías.
Así que, en ese mismo instante, lo tuve claro: mis clientes merecen conocer esta experiencia. Y así decidí que mis trabajos se entregarían impresos, y lo harían en ese papel calidad llamada «fine art».
Así que no lo dudes. Si estás buscando un regalo especial para estas navidades, regala fotografía:
En forma de sesión, o, si has hecho una hace poco, encarga a tu fotógrafo copias impresas. Aunque dispongas de los archivos digitales para imprimir, te recomiendo que le pidas las copias a tu fotógrafo, ya que él se encargará del proceso de impresión, y de que los colores queden bien, tal y como los ves en la foto. Te aseguro que esto no es nada sencillo.
Hay muchos formatos para imprimir, desde el álbum, pasando por las copias en tamaños de toda la vida, cajas llenas de recuerdos, y tamaños mini para regalos muy especiales.
Y por supuesto, imprime tus propias fotografías, porque esta es, y siempre será, la copia de seguridad más fiable.
Hola Rebeca, Como siempre un placer leerte y ver tus fotos por su puesto 🙂
Entiendo lo que dices de imprimir y opino como tú que la foto es papel, pero lo cierto es que para mí el hecho de imprimir sigue siendo un sufrimiento porque despues del tiempo que se dedica a la edición pues nunca acaba de ser en impresión con lo que tu has editado, hay un cambio en el color que yo al final no acabo de atinar, por lo que te quería pedir algún consejo de dónde imprimes, sitios donde sabes que te van a atinar en el color y de como haces tú a la hora de editar para contar con ese salto de la pantalla al papel. Gracias guapa!
Hola Cristina!
Qué gustazo leerte por aquí 🙂
El tema de la impresión da para largo. Hay varios factores a tener en cuenta:
A)Calidad de tu monitor
B)Calibrado
C)Perfiles de color
D)Coordinación con quien imprime tus fotos.
No es fácil conseguir todo esto, supone bastante dinero, y por supuesto, dar con un buen profesional.
Normalmente, los sitios que imprimen al público en general, no controlan prácticamente este proceso. Sí puedes pedirles el perfil de color, y calibrar tu monitor (y tener un buen monitor, para que veas el máximo espectro de ese perfil, y que lo que veas,se corresponda con lo que luego se imprime. Pero con este tipo de sitios, las cosas no son muy ortodoxas que digamos.
Espero haberte aclarado un poquito!
Un abrazo,
Rebeca