Adoro el otoño. En Cantabria además, la temperatura es buenísima en esta época del año. La naturaleza está en un momento mágico, en plena transformación, y los colores, las texturas y hasta los sonidos, son de una belleza enorme.
Por eso es, sin ninguna clase de duda, la estación que más me gusta para salir y fotografiar. Cualquier rincón está precioso. La luz es suave, las horas centrales del día no causan tantos problemas, y la calidez que desprende es inigualable al resto de estaciones.
Y este fin de semana lo he disfrutado por todo lo alto. He hecho fotos a casco porro. Al Señor Bajito en un entorno que no conocía y que me ha dejado sin aliento, y otra sesión de mujer que te enseñaré otro día.
Puente Viesgo, un lugar para pasear en familia.
Hace unos meses, te dejé un post del estilo al de hoy. Ontaneda, que era el lugar que te enseñaba entonces, se encuentra directamente conectado por carretera con Puente Viesgo, pero también por la vía verde del Pas. Pero hoy no quiero hablarte de esta vía. La cual ya conocía y me encanta.
Hoy te voy a hablar de un camino que he descubierto este fin de semana y con el que me he quedado alucinada. Primero por no conocerlo y estar harta de pasar cerca de él, y segundo por la belleza del lugar.
Es un camino corto, pero que da mucho juego con los niños. Puedes bajar al rio a lanzar piedras, a mojarte los pies, y si la temperatura te deja, a pegarte un buen baño, porque hay unas pozas maravillosas para ello.
El camino, como digo, es muy corto. Pero no me parece apto para niños muy pequeños. Hay zonas muy altas con una caída más que importante y el suelo es algo resbaladizo y estrecho en algunas parte. Así que quizás sea un poco estresante ir con ellos. A partir de 5 – 6 años, no creo que tengas ningún problema.
Pero la entrada y las primeras zonas, creo que son aptas para todas las edades, y ya nos sirven para hacernos una idea de la belleza de todo el camino.
He creado un pequeño vídeo para que veas mejor la zona. Tengo muchísimo que mejorar en vídeo. Otro día me llevo a Txaxte y que nos haga uno bien bonito XD. De momento te dejo con este.
Sesiones otoñales.
Si estás pensando en hacerte una sesión de familia, este lugar es maravilloso para ello. Los colores, el agua, las rocas y el bosque, dan mucho juego a la fotografía, peros sobre todo y lo más importante, al juego de los pequeños.
Si ellos están bien y disfrutan, la experiencia se hace maravillosa. Y desde luego este es uno de esos enclaves donde la imaginación se desborda con ellos, ¿no te parece?
Puedes ir a disfrutarlo en familia, y contarme que tal os fue. Te espero en los comentarios 😀
Y si ya no puedes espera, porque el tiempo vuela y lo has dejado durante mucho tiempo ya, escríbeme desde aquí y planificamos corriendo vuestra sesión de familia. ¡Te espero!
Q un regalo para el lama y los sentidos Rebeca es precioso! Me lo apunto para un viaje, seguro lleno de sensaciones! Soy admiradora de la naturaleza, su olor, luz y color ! Me dá fuerza y paz! Me emociona … como me has emocionado con tus imágenes, gracias
¡Qué sitio más bonito! Me encanta el norte pero lástima que no me queda muy cerca como para escaparme a menudo…