El primer cierre del año se hace en junio. Termina el cole, empieza el verano y aunque de momento una no se va de vacaciones, el trabajo de los cursos se relaja y empieza la puesta a punto para septiembre. Ahora es el momento de ponernos las pilas de puertas a dentro y de trabajar en todo lo que vendrá a partir del siguiente período, que espero que sea mucho y que te encante.

Y cómo no, también nos despedimos del curso escolar del Señor Bajito. Ha sido un año raro, la verdad. Su balance no es demasiado positivo, pero tenemos muchas esperanzas puestas en el siguiente. Además, hemos creado lazos con nuevos compañeros, hemos disfrutado de ellos un montón y ahora nos toca despedirnos hasta septiembre. Que para mí está ahí mismo, pero para él, es un pedazo importante de tiempo.

Y qué mejor forma de decir hasta luego, que yendo a un albergue para convivir juntos un par de días. Y allá que nos fuimos, al Albergue Juvenil San Vicente del Monte (Cantabria).

Nuestro fin de semana en el albergue

La verdad es que no tengo muchas fotos de estos días. La idea era hacer más, pero al final, si me pasaba el día fotografiando al grupo, no dejaba al Señor Bajito disfrutar a su manera con sus colegas. Así que me mantuve al margen y de paso yo disfruté de los míos 😀

Eso sí, hicimos cosas la mar de divertidas:

  • Visitamos a Cari, que nos explicó cómo se desarrolla todo el proceso de la lana. Desde la recogida y tratamiento, pasando por el hilado y después por el telar. Me encantó conocer este rincón tan maravilloso que ha creado esta artesana. La luz, el olor y las sensaciones que evocan todo el cariño y los productos naturales son una maravilla. Además nos contó un montón de cosas muy interesantes sobre plantas, colores y teñidos de la lana. Muy recomendable si pasas por este pueblo precioso de Cantabria.

 

  • Por la noche les preparamos a los niños (y a los mayores) una discoteca genial. Con sus luces, humo y, por su puesto, los hits del verano (no podían faltar). Aunque también hubo mucho rock 😉

 

 

 

Las noches siempre son lo mejor en estos sitios. Los niños se lo pasan como nunca y los adultos dormimos más bien poco pero también nos echamos unas risas (y unos bailes).

Robarle unas horas al sueño menos merece la pena sólo por verles disfrutar.

Eso sí, a la mañana siguiente, nos levantamos todos con las pilas nuevas, listos para disfrutar de otro día, y nos fuimos a recoger ricos arándanos ecológicos en una finca muy cerca del albergue. Si pasas por la zona, acércate a visitarla. Además de recoger tus propios arándanos (están deliciosos), disfrutarás de un paisaje increíble.

Y para terminar las jornadas, un chapuzón en el río. ¿Hay algo más refrescante que esto? Que estos días el calor a llegado también a nuestra tierra y sólo pensamos en mantenernos a remojo el mayor tiempo posible.

Y así termina nuestra temporada de cole 16/17. Por mi parte, contarte que estoy preparando una clase especial para este verano, que te va a servir de mucha ayuda para sacar fotos con este solazo y en horas complicadas. Así que, si no te quieres perder la información en cuanto esté disponible, apúntate a la lista de espera. Te va a gustar, te lo aseguro 😀

Por mi parte, me despido hasta el próximo martes porque, como digo, de momento la menda no tiene vacaciones.

Nos vemos por aquí. Y avísame si vienes por mi tierra y quieres un recuerdo precioso de tu estancia aquí. Me encantará conocerte a ti y a tu familia.

Un abrazo ♥


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