Trabajar online tiene muchas cosas maravillosas. Puedes hacerlo desde cualquier lugar y llegar a cualquier lugar del planeta. Todo sin moverte de tu casa. Sólo necesitas un dispositivo con internet. Porque ya no se necesita ni un ordenador, con un móvil puedes hacerlo (aunque puede que te dejes los ojos en él).
Pero la vida online también tiene sus cosas malas. En muchas ocasiones, la distancia sí importa. Todo parece idílico al otro lado, y para nada lo es. Y hay momentos en los que una lo mandaría todo a la mierda y me quedaría más ancha que la larga…
Hoy me levantado con la mente llena de pensamientos.
Ayer fue un día de esos espesos, densos, de mucha información proveniente de ámbitos de mi vida muy diversos, casi sin tener nada que ver unos con los otros, pero todos se tocan, y todos tienen un punto de unión: yo misma.
El trabajo, la casa, tu hijo, las amigas, tu pareja… La vida sigue corriendo y yo a veces siento que estoy en un sitio, de pie, parada, viendo todo correr y sin poder gritar para que pare, para que te espere, para poder hacer algo con todo eso que sucede sin que puedas remediarlo.
Ayer hablaba con Tere de que no tenía post para hoy. Me cuesta escribir, encontrar las palabras. Tener algo que decirte y que te aporte cada martes es, sin duda, una de las cosas que más me cuestan de mi trabajo. Yo quiero vivir detrás de la cámara, refugiarme y observar desde ahí. Pero aquí estoy, expuesta constantemente, haciendo lo que más me cuesta hacer: mostrarme.
Y a veces es tan difícil….
Así que he empezado el día con algo sencillo, algo que ya sé hacer, algo mecánico, que no te obliga a pensar. Luego me he sentado en el ordenador, he saludado a mis nuevas alumnas de Héroes, que por cierto son un grupo increíblemente motivador (estoy segura de que va a ser una gran edición). Y al repasar el vídeo que les toca ver hoy, me he dado cuenta de que la banda sonora que lo acompaña es la banda sonora de mi vida: el piano.
Me ha ayudado a sentirme como en casa, a sentarme aquí, contigo, y a escribirte sin decirte nada. Porque a veces las palabras no ayudan, ni sirven, ni alivian. A veces sólo sirven los silencios, los abrazos, las miradas.
Así que hoy voy a seguir con mi rutina diaria, a trabajar, a seguir pensando en todo lo que la vida nos pone delante y lo difícil que se hace a veces todo. Pero también a reconciliarme con las cosas bonitas, con la gente, conmigo misma.
Hoy me siento menos «Pinterest» y más real que nunca.
Y por eso te invito a que hagas lo mismo. A que apagues, en cuanto el trabajo te lo permita, el ordenador. Deja por ahí olvidado el móvil, busca a tus personas favoritas y disfruta de la vida tangible, la de verdad, la de carne y hueso. Vamos a tomarnos un respiro.
Y ya nos leeremos mañana, o pasado, o la siguiente semana. Que lo importante está ahí afuera. Disfrútalo al máximo.
En realidad, tengo mucho que decir. Pero eso será otro día.
Con mucho cariño,
Rebeca ♥
Hola Rebeca! Estoy de acuerdo con tu reflexión y palabras.
Yo a mis 38 años, siendo informática, estando con la tecnología a diario, no me siento desconectada, como por ejemplo ayer, olvide el teléfono cuando salí de casa por unas 3 horas.
Estoy criando a mi niño sin tecnología impuesta, el me la pide cuando quiere y tiene acceso, pero elige, y cuando elige prefiere sus cajas, sus inventos, su mundo creativo fuera de la pantalla. Es algo no forzado, pero es algo que le transmito. Cuando estoy con el, estoy con el…. no con la tecnología en la otra mano.
Por eso entiendo tus palabras, y aunque sea irremediable en muchas horas de nuestro día estar conectada y pendientes de nuestros teléfonos, la jornada tiene muchas horas y podemos aprovecharla de todas formas y maneras.
Un fuerte abrazo.
Gracias Luciana! Disfruta mucho de la crianza y de tu peque ♥
Pues menos mal que escribes aunque te cueste, porque a mí me gusta cómo lo haces. Un abrazo, Lorena, de México ?
Gracias bonita ♥
No sé cómo he terminado por aquí! Cosas que esto de la tecnología! Pero me ha gustado tanto… que te voy a hacer caso. Tenía previsto seguir trabajando hasta las 8 pero llevo desde las 9 de la mañana sin parar apenas comer y sé que mi familia está en casa a si que… te hago caso apago el ordenador y ahora pongo en botón de madre ON! Un abrazo
Gracias por pasarte y comentar, Esther! Me alegra que hayas hecho caso y desconectemos un poco ♥
Rebeca, muchas gracias por tus palabras. Las leo y me veo reflejada, y no porque esté en el mundo tecnológico, no. Yo estoy en el mundo real, pero con tantas tareas que me olvido de mi. Leo tus palabras, y sé cuando hablas de miradas en silencio, de sentir la persona con la que estás. Yo estoy contínuamente con mis hijos, tengo tres (dos ya adolescentes). Y con ellos siento el silencio, lo comparto con ellos y me satisface enormemente, pero añoro a veces el silencio compartido con otras personas.
Veo blogs de gente, leo palabras de gente, imagino vidas de gente. Todo parece maravilloso. Mi vida, si la comparo, cosa que no me gusta hacer pero en momentos de crisis parece que viene solo, se me aparece coja. Te agradezco tus palabras porque me ayudan a ver que todo el mundo tiene cojeras como yo.
Gracias por tu trabajo compartido y un fuerte, cálido abrazo en silencio
Gracias a ti, Gloria. Pasar muchas horas con el ordenador es agotador, pero reconforta ver que hay gente al otro lado ♥
¡Cómo te entiendo Rebe! Me alegro de haberte dado un abrazo hoy, por ti y por mi.
Bonita! ♥♥
Muchísimo animo Rebeca en escribir. Yo tengo por sistema olvidar el móvil de lunes a viernes de 5 a 20:30 y dedicar ese tiempo conscientemente a mi hija. Me encantan las redes sociales(sobretodo IG) pero intento no estar con ellas todo el día, inspiran pero en según que momentos de animo hunden… Así que te entiendo y sobretodo coincido en que hay que desconectar y echarnos unas risas reales con las amigas aunque estén lejos y los mensajitos de amor son divertidos pero nada mejor que acurrucarse juntitos.Así que hoy aprovecharé la locura del black y me desconectaré del mundo virtual e intentaré centrarme en el real. Sigue así !!! 🙂
Me encanta tu sistema Anna, creo que tengo que tomar nota. Gracias por pasarte y comentar ♥
Totalmente de acuerdo!!!. Disfrutando de un día sin cole sentada en el sofá y dándonos achuchones y besos mi niña y yo aprovechando que la cachorrilla de 26 días duerme plácidamente, esto no tiene precio!. Besos y ánimos guapa, cárgate de energía tu también!!!.
Menudo planazo Isa! Disfruta mucho de estos momento ♥