Si hay una estación del año en la que me encanta fotografiar, esa es el otoño. La luz es más cálida, el paisaje se vuelve impresionante y, hablando en plata, me lo paso como una enana porque todo me entra por los ojos y me llena.
Es como si Cantabria hubiera decidido ponerse sus mejores galas. Me la imagino en su tocador de tierra, viento y agua pensando “Voy a ponerme todo mi verde, que me veo guapa con ese color. Ese de la pasada temporada no, este otro más intenso. Quiero lucir generosa, espléndida, repleta de vida. Que parezca que me sale por cada rama, por cada riachuelo. Y me voy a poner este perfume, el caro, el de marca de la casa: aroma a naturaleza”.
Para mí, Cantabria en otoño es una fiesta para los sentidos.
El otoño es la época perfecta para hacer mini sesiones que aporten vidilla a tu álbum familiar.
Repasemos: tienes el entorno perfecto. Bonito a rabiar. Y tienes el tiempo a tu favor, con una luz preciosa y la temperatura aún suave. Todo correcto.
Y ahora me tienes a mí, disponible y con un subidón increíble para que tus recuerdos duren para siempre y luzcan como nunca.
Si todavía no te convence, esto tiene que hacerlo, tan sólo 3 palabras:
¡LLUVIA DE HOJAS!

¡Quiero sumergirme en una montaña de hojas crujientes y de colores tostados! Corretear por encima de ellas, recogerlas con los brazos y lanzarlas al aire para que se esparzan alrededor.
Pero tengo que recordar que yo soy la fotógrafa y los encargados de hacer todo eso seréis vosotros.
Verdes, granates, ocres. Una gama de colores envidiable.
A veces vas buscando un fondo estupendo, que quede espectacular en tus fotografías. En muchas ocasiones lo tienes que «fabricar» tú, colocar las cosas, buscar telas para el fondo. Realizar una búsqueda de exteriores es una tarea ardua.
Pero de pronto llega el otoño y «¡tachán!». Aquí tienes tu fondo ideal con toda esa gama de colores, orlas de ramas, caminos preciosos. Y gratis.

¿Nos vemos?
Yo no sé tú, pero yo muero por salir a fotografiar. Y entre eso y que ando dando vueltas a un formato de sesión que nos permita atesorar recuerdos cada año, he diseñado unas mini sesiones que estoy segura que te van a encantar.
Así que, si tienes ganas de diversión, de jugar con las hojas, de reír y correr con tus hijos, y además guardarlo para siempre, tenemos una cita el 7 de Octubre.
Tienes más información en esta página.
Nos vemos en el bosque ♥

El primer cierre del año se hace en junio. Termina el cole, empieza el verano y aunque de momento una no se va de vacaciones, el trabajo de los cursos se relaja y empieza la puesta a punto para septiembre. Ahora es el momento de ponernos las pilas de puertas a dentro y de trabajar en todo lo que vendrá a partir del siguiente período, que espero que sea mucho y que te encante.
Y cómo no, también nos despedimos del curso escolar del Señor Bajito. Ha sido un año raro, la verdad. Su balance no es demasiado positivo, pero tenemos muchas esperanzas puestas en el siguiente. Además, hemos creado lazos con nuevos compañeros, hemos disfrutado de ellos un montón y ahora nos toca despedirnos hasta septiembre. Que para mí está ahí mismo, pero para él, es un pedazo importante de tiempo.
Y qué mejor forma de decir hasta luego, que yendo a un albergue para convivir juntos un par de días. Y allá que nos fuimos, al Albergue Juvenil San Vicente del Monte (Cantabria).
Nuestro fin de semana en el albergue
La verdad es que no tengo muchas fotos de estos días. La idea era hacer más, pero al final, si me pasaba el día fotografiando al grupo, no dejaba al Señor Bajito disfrutar a su manera con sus colegas. Así que me mantuve al margen y de paso yo disfruté de los míos 😀
Eso sí, hicimos cosas la mar de divertidas:
- Visitamos a Cari, que nos explicó cómo se desarrolla todo el proceso de la lana. Desde la recogida y tratamiento, pasando por el hilado y después por el telar. Me encantó conocer este rincón tan maravilloso que ha creado esta artesana. La luz, el olor y las sensaciones que evocan todo el cariño y los productos naturales son una maravilla. Además nos contó un montón de cosas muy interesantes sobre plantas, colores y teñidos de la lana. Muy recomendable si pasas por este pueblo precioso de Cantabria.






- Por la noche les preparamos a los niños (y a los mayores) una discoteca genial. Con sus luces, humo y, por su puesto, los hits del verano (no podían faltar). Aunque también hubo mucho rock 😉













Las noches siempre son lo mejor en estos sitios. Los niños se lo pasan como nunca y los adultos dormimos más bien poco pero también nos echamos unas risas (y unos bailes).
Robarle unas horas al sueño menos merece la pena sólo por verles disfrutar.
Eso sí, a la mañana siguiente, nos levantamos todos con las pilas nuevas, listos para disfrutar de otro día, y nos fuimos a recoger ricos arándanos ecológicos en una finca muy cerca del albergue. Si pasas por la zona, acércate a visitarla. Además de recoger tus propios arándanos (están deliciosos), disfrutarás de un paisaje increíble.




Y para terminar las jornadas, un chapuzón en el río. ¿Hay algo más refrescante que esto? Que estos días el calor a llegado también a nuestra tierra y sólo pensamos en mantenernos a remojo el mayor tiempo posible.



Y así termina nuestra temporada de cole 16/17. Por mi parte, contarte que estoy preparando una clase especial para este verano, que te va a servir de mucha ayuda para sacar fotos con este solazo y en horas complicadas. Así que, si no te quieres perder la información en cuanto esté disponible, apúntate a la lista de espera. Te va a gustar, te lo aseguro 😀
Por mi parte, me despido hasta el próximo martes porque, como digo, de momento la menda no tiene vacaciones.
Nos vemos por aquí. Y avísame si vienes por mi tierra y quieres un recuerdo precioso de tu estancia aquí. Me encantará conocerte a ti y a tu familia.
Un abrazo ♥
