La primavera ya está en todas partes, el sol da calorcito, la luz es intensa y las playas se nos llenan de gente deseosa de una piel bronceada. Todo genial y maravilloso, pero a la hora de hacer una sesión de fotos todo esto se transforma en dificultades que una tiene que sortear como un felino. Tienes que ser rápida y ágil, y no derretirte bajo el sol.
El pasado viernes Paola de Lovely(una tienda de moda de mi ciudad de la que te vas a quedar prendada) y yo, nos acercamos hasta la capital Cántabra para hacer una sesión que nos llevó prácticamente todo el día. Fue agotador, pero muy divertido, y aproveché para hacer otro de esos vídeos en los que te muestro cómo trabajo.
La gente nos preguntaba por el camino que si estábamos haciendo un book, y nosotras como somos asín, no teníamos tarjetas para poder enseñar nuestro trabajo en condiciones (aquí es cuando Tere, mi ayudante, me regaña por no llevar tarjetas encima). Pero sí, estábamos haciendo una sesión de moda para mostrar las nuevas prendas de Lovely y lo bien que sientan.
Paola y yo ya habíamos trabajado juntas el año pasado, pero ella no se había puesto delante de mi objetivo aún, y lo cierto es que tenía muchas ganas. Me encanta la fuerza que transmite esta mujer y la pasión por el trabajo bien hecho. Ya me dirás si las fotografías transmiten su energía.
El caso es que el día y el momento elegidos para hacer la sesión se volvieron en nuestra contra. Así, resumiendo, alguien por ahí arriba abrió las compuertas y la luz cayó sobre nosotras sin piedad.
12 a.m., la hora maldita.
¿Cuál es la peor hora para hacer fotos? Exactamente, las 12 del mediodía. Pues a esa hora trabajamos nosotras, oye que nos gustan los retos y nos va la marcha.
No te voy a engañar, fácil no fue, incluso hubo momentos de gran frustración. El sol está muy alto en esta época del año, así que incide de modo vertical y eso hace que se generen sombras fuertes y marcadas de las que es difícil librarse.
Si trabajas sólo con luz natural y además no tienes a nadie que te ayude a rellenar sombras con un reflector, te recomiendo que no salgas a estas horas de tu casa.
Ahora, si te gustan los retos como a mí, y una buena cantidad de luz solar no te frena, aprovecha y diviértete.
Es complicado manejarlo, pero no imposible.
Equipo minimalista
Llevaba la mochila llena de cosas, de hecho cargué con todo mi equipo, pero lo cierto es que finalmente sólo utilicé el objetivo de 50 mm junto con la canon 5D mark III. Todo lo demás se quedó en la mochila, haciendo bulto y pesando un montón.
Pero lo conseguimos. Controlamos la luz a nuestro antojo hasta el punto de quedar muy satisfecha con el resultado.
El propósito de este vídeo es mostrarte las condiciones lumínicas de trabajo y como nos hemos ido moviendo por distintos exteriores, buscando sombras o luces favorables. Creo que también refleja el tiempo que se invierte en una sesión de estas características. Y también los cambios de look y de localizaciones, las poses, la búsqueda de la mejor perspectiva, etc. Finalmente te muestro cómo quedan las fotografías para que comprendas todo el proceso.
AVISO: las prendas que verás en el vídeo y en las fotos son altamente apetecibles y deseables. No aptas para antojadizas.
Las fotos de la sesión
Espero que hayas disfrutado del vídeo. Tenía mucho material grabado y ha sido realmente difícil seleccionar lo mejor sin que se hiciese eterno. Eso sí, hay 3 localizaciones de la sesión que no salen en el vídeo, pero que dieron mucho juego.
Si te apetece ver todas las fotos, aquí te dejo unas cuantas:
Cuando compartís conmigo vuestras inquietudes y preguntas, me siento completa. Porque una persona hablando sola, es como una mesa coja. No tiene mucho sentido.
Además de que me gusta leeros y saber que estáis al otro lado de la pantalla, me ayuda a seguir elaborando contenido que de verdad sea interesante para vosotras. A mí me lo ponéis fácil y vosotras tenéis lo que queréis. Todo el mundo feliz cual perdiz 😀
Últimamente me estoy animando con los vídeos, así que el post de hoy viene también en este formato.
Hay mucho trabajo tras un vídeo y mucho que aprender para que de verdad queden bien, pero me encanta meterme en cosas nuevas y estoy segura de que, con tiempo, conseguiré mejorarlos.
Por el momento sería de gran ayuda que comenzaras a seguir el canal si te interesa lo que te voy contando. Como si fuera una señal que me envías para decirme «Rebeca, sigue haciendo este tipo de vídeos y deja de soltarnos tanto rollo escrito«.
Qué equipo fotográfico utilizo
En vistas a la cantidad de preguntas que me llegan sobre el equipo que uso, he decidido mostraros mis herramientas de trabajo.
He desplegado todo mi arsenal para que podáis ver lo que forma parte de mi equipo profesional. Os voy contando también qué herramientas uso más, cuales son mis preferidas y los motivos por los que utilizo con mayor frecuencia unas u otras.
Así que os enseño los cuerpos, objetivos, baterías y otros recursos adicionales de mi día a día de fotógrafa. Algunos son imprescindibles para realizar el trabajo, y otros son adicionales pero también me sirven para estar más cómoda y segura cuando manejo el equipo.
Espero que os guste el vídeo de hoy y, como de costumbre, espero vuestros comentarios y preguntas. Sobre todo que respondáis a la pregunta que os lanzo en el vídeo 🙂
Si os habéis enamorado del arnés que os enseño en el vídeo podéis encontrarlo en la tienda de byMerro. Todas las piezas son artesanales hasta el punto de que podéis personalizarlas con vuestro nombre o logo.
Es un regalo estupendo si queréis sorprender a esa persona aficionada a la fotografía (o profesional) o si os queréis dar un capricho, como lo hice yo en su momento.
Lo prometido es deuda. Y como os encantó el making of del bambú, os traigo un nuevo vídeo en el que podéis verme de nuevo detrás de la cámara persiguiendo la foto.
Antes de seguir, quiero dejar clara una cosa. En muchas ocasiones, sobre todo cuando fotografiamos a niños, hacemos un montón de fotos y después sólo nos quedamos con un puñado. Es algo habitual y necesario. Cuando fotografiamos algo en movimiento, es imprescindible disparar tantas veces como podamos, es la única forma de asegurarse alguna fotografía nítida y, cuantas más fotos, más probabilidades tienes de captar justo el momento adecuado.
De esta sesión que te muestro hoy, saqué un montón de fotografías y, siendo sincera, creo que me quedaría sólo con una, la que encabeza este post.
Hay otras pocas que son pasables, pero que tampoco me emocionan como la primera. Y el grueso de esta sesión pasará a mejor vida en la papelera, sin piedad. No le encuentro sentido al guardar imágenes que se parecen, que están bien pero son sosas y no me dicen nada. Prefiero quedarme con aquellas que siento realmente especiales, originales o expresivas.
Sí, así es como se hace para no llenar tu disco duro de millones de fotografías. Borrando. A lo bestia.
Otro aspecto del que me gustaría hablar es del cambio de objetivos. Sé que es una lata tener que cargar con tantos aparatos, sobre todo cuando vas de excursión o haces una salida de ocio. Pero lo cierto es que en alguna ocasión, por las condiciones del terreno y los elementos que te rodeen, la foto te pedirá un cambio de objetivo.
Espero que con el vídeo quede más claro lo que quiero decir.
Dos objetivos y un destino: conseguir el mejor resultado.
A lo película del oeste. Desenfundando la cámara mientras frunzo el ceño para escudriñar la foto.
Como te comentaba antes, en esta sesión he utilizado dos objetivos diferentes: el canon 85 mm 1.8 y el 35 mm 2.0. Al principio llevaba el 85 mm puesto, pero pronto pensé que el 35 mm sería más adecuado y daría más juego.
En resumen: el uso de uno u otro objetivo influye de forma radical en el resultado. Tienes que probar y hacer muchas fotos para ver cómo cambia la imagen con uno u otro. Cuando lo tengas dominado, lo harás de forma instintiva.
El making of de «En la ría»: fotografías en el observatorio de pájaros de Tarro Blanco
Una vez más me muevo en terreno peligroso y te lo grabo en vídeo para que sientas la tensión en tus carnes: ¿me tropezaré?, ¿caeré rodando a la ría? o ¿saldré airosa de la situación?
Porque ya sabes cual es una de mis premisas. Hay que moverse. Para arriba, para abajo, alrededor. Si hace falta, hay que echarse al suelo y ensuciarse. Si no lo haces, nunca sabrás si la imagen habría quedado mil veces mejor desde otra perspectiva.
En el vídeo también puedes ver cómo he jugado con las líneas que la caseta me ofrecía. En esta ocasión, líneas horizontales (sobre todo) y verticales, pero siempre líneas rectas. Esto es composición. Imagina una caseta con la fachada lisa. ¿A que no habría sido lo mismo?
Por último, puedes ver que en esta ocasión la edición en blanco y negro oculta algunos detalles que pueden distraer al espectador y resalta otros que, en mi opinión, favorecen el resultado. Ni la textura de la madera, ni el verde del entorno. Lo que hace que las fotos sean dinámicas y atractivas son las líneas y las formas.
Dejo de enrollarme y te muestro el vídeo:
En la ría: las fotos de la sesión.
Esta son las fotos resultantes de lo que has visto en el vídeo.
Me gustaría que, sobre todo, te dieras cuenta de la cantidad de distracciones que teníamos alrededor: la ría, pájaros, árboles, carretera, hierba, etc. Y de cómo no he sacado a penas nada de eso.
Focalizarse en una zona, en unos detalles, y obviar otros es cuestión de mucha práctica. No quiero que pienses que está chupado. Pero también quiero que sepas que fotografiando, lo aprenderás.
Hacer una buena fotografía cuesta mucho. Tienes que conocer la técnica, ir con los ojos muy abiertos, experimentar para ver qué falla y qué funciona. Moverte, cometer errores, aprender de ellos.
Así que, si estás en ello y todavía no te salen las fotografías como esperas, no te desanimes, ¿vale?
Recuerda:
muévete mucho (y fotografía desde todos los ángulos y puntos de vista que puedas)
saca un montón de fotos (sobre todo si tu protagonista o tú estáis en movimiento)
intenta aprovechar los elementos que tienes alrededor que pueden aportarte orden, dirección, ritmo (como las líneas) y saca de tu encuadre los que te distraigan (los que no contribuyan a tu propósito y encima puedan atrapar la mirada de quien observa la imagen)
Me gusta cuando compartes conmigo tus experiencias con la fotografía. Si llevas algo de esto a la práctica, ¿me lo contarás en los comentarios?
Si me sigues desde hace tiempo, sabes que una de las cosas que más me apasionan de la fotografía es ver el trabajo de otras personas.
Me encanta pasearme por las redes y empaparme de la experiencia de grandes fotógrafos. Creo que, si bien cada persona ha de ser fiel a su propio estilo, este es un ejercicio que reporta muchos beneficios. Observando lo que otros hacen aprendes, te oxigenas el cerebro y le das un empujoncito a tu inspiración cuando ésta se estanca.
Además, yo me lo paso pipa viendo imágenes increíbles, con grandes dosis de emoción, composición y luz. A veces es tan hipnótico que una vez dentro de un buen porfolio se me hace difícil salir de ahí. Atrapada por la página, voy buceando entre las fotografías casi sin pensar hasta que me topo con imágenes potentes que se me quedan en la retina por alguna razón, y el dedo se para en seco para deleitarte un buen rato con ellas. ¿A ti también te pasa o soy la única que se queda enganchada?
El caso es que si eres un poco como yo y también disfrutas conociendo a otros fotógrafos, toma asiento y prepárate para una buena dosis de fotografía, porque hoy quiero mostrarte a 3 mamás, que además documentan la infancia de sus hijos de una manera asombrosa y con las que yo disfruto muchísimo.
3 mujeres que te van a hacer pararte en seco y abrir la boca para soltar un “oooooooh” y varios “uaaaaaaaaau”, y a las que no querrás perder de vista nunca más 😀
Aquí van estas fotógrafas que, además de ser madres, también son una fuente inagotable de aprendizaje e inspiración. ¡Comenzamos!
Cristina Díaz
Mamá de tres con un gusto maravilloso y un buen ejemplo de cómo no hay nada que esté definido en tu vida y puedes ser lo que quieras ser. Porque Cristina consiguió hacer de su afición su profesión actual, pero sus comienzos fueron bien distintos.
Sin embargo, ahí está, haciendo unas fotografías maravillosas. Sus fotos en blanco y negro me embelesan y admiro su capacidad para atrapar expresiones.
Además de fotografiar niños, Cristina hace muchas sesiones de bodas y, personalmente, me encanta también su estilo en este tipo de fotografías aunque, como sabes, no es la temática que más me gusta.
Si te casas y todavía no tienes fotógrafo, no dudes en contactarla. Yo lo haría.
Me chifla su trabajo. Si tengo que destacar algo, me quedo con sus composiciones y su blanco y negro, que es maravilloso.
Si paseas por su cuenta de Instagram encontrarás alguna foto en color, pero pocas. De lo que estoy segura es que no podrás salir de ella durante un buen rato. Tómate tu tiempo y disfruta de las vistas. Hay imágenes preciosas.
Charo tiene un estilo que se reconoce a distancia, y eso es otro de los factores que me gustan de un fotógrafo.
Celeste Pavlik
Sigo a esta fotógrafa desde hace años y me maravilla lo que hace. Tuve la suerte de tenerla como formadora en curso de fotografía online y disfruté como una enana. La conocía antes de este curso, pero desde entonces sigo su trabajo con más interés.
Sobre todo me quedo con las fotos en interior y su forma de interpretar las luces y las sombras.
Actualmente, está colaborando en un proyecto de filmación muy interesante llamado 24 frames. A Filming project, así que de vez en cuando, en su galería de Instagram y en su blog puedes ver vídeos con mucha sensibilidad fotográfica. Te los recomiendo.
Esto va por rachas, nos pasa a todo el mundo. A veces estás que no paras, tienes una idea tras otra y no te da la vida para llevarlas todas a cabo. Y de pronto pasas por una época (pueden ser unas horas, un par de días o meses enteros) en la que te sientes estancada.
Así que espero que, si no conocías a estas fotógrafas, esta entrada te sirva para activar tu creatividad o, como mínimo, estimularte para que vayas corriendo a por tu cámara de fotos y comiences a crear tus propias imágenes. También quiero que queden como ejemplo de cómo ser mamá y fotógrafa es compatible. Ya sea como afición o como profesión.
Si te ha gustado este post me encantaría que me lo dijeras en un comentario, porque si sé que te gusta más adelante te mostraré otro puñado de fotógrafos para que puedas ampliar tu mirada.
¡Buen martes!
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Hola y Bienvenida
Soy fotógrafa especializada en familias y niños con base en Cantabria.
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