Es la segunda vez que visito este parque en mis viajes a Madrid. La anterior, era invierno, y el sitio ya prometía. Esta vez, la primavera se quería abrir paso llenando el paisaje de flores y una luz mucho más brillante. Sin duda, el entorno ideal para una sesión de fotos entre madre e hija. Uno de esos vínculos que traspasan la plantalla.
Sesión de fotos madre e hija en Madrid
¿Te acuerdas del artículo que escribí hace unas semanas sobre los niños que no quieren hacerse fotos? Bueno, pues este fue uno de esos casos. El principio de la sesión no fue muy sencillo que digamos. La pequeña no tenía ganas de copnocerme, y tampoco que de que le hiciera fotos.
Esta situación puede resultar incómoda para los padres en principio, en especial, para la madre. Ya que los pequeños suelen querer refugiarse en nosotras.
Y tengo que decir, que aquí fue determinante la tranquilidad y paciencia de su madre. Se me limité a darles espacio, y a no acercarme demasiado, para no agobiar más. Y ellas, mientras, encontraron la manera de disfrutar de una tarde llena de sonrisas y momentos únicos que durarán para siempre.
Con paciencia, todo llega
Al final, esperando y sin presionar, conseguimos disfrutar mucho las tres. La pequeña incluso me contó algunas cosas al final de la sesión.
Sin duda, cada vez creo más en respetar el tiempo de los niños, en darles espacio y no presionarles. Al final ellos siempre saben lo que tienen que hacer. y para muestra, esta preciosa sesión:

¿Qué te gustaría recordar en unos años (y créeme, no tienen que pasar demasiados para olvidarte de ello) cuando veas las fotos de tu hijo recién nacido?
Yo pienso mucho en esto. Porque ahora mismo, la tendencia es hacer fotos de recién nacidos con estilo muy marcado. Se posa al bebé, se le coloca atrezo… Hay gente haciendo cosas muy buenas y con mucho gusto de estilo de fotografía. Pero tras varios años pensando y dándole vueltas, definitivamente, no es mi estilo.
Sesión de Recién Nacido en casa
Cuando pienso en recién nacido, lo que primero se me viene a la cabeza, es su olorcito. Pero desgraciadamente, es algo que, de momento, no podemos conservar en una imagen.
Para mí, pensar en recién nacido, es pensar en mamá, una mujer que nace de nuevo, para dar vida, para alimentar, acompañar y amar sin límites.
Para mí, pensar en recién nacido, es pensar en intensidad, intensidad de emociones como el llanto inconsolable, la intensidad de su hambre, su sueño…
Para mí, pensar en recién nacido, es pensar en horas «perdidas» mirando su carita, en caricias, en susurros…









Me gustan los bebés en brazos, me gustan los bebés con mamá, con hermanos, con papá. Las miradas, las caricias, los besos, los llantos, los paseos, los baños… Todos esos momentos que sólo un recién nacido tiene la capacidad de hacernos vivir con una cantidad impresionante de amor.
Y me gustan las historias, me gusta ser testigo de todo ese derroche de cariño entre los miembros de una familia. Y me siento muy afortunada de entrar en tu guarida en estos momentos tan especiales mágicos y personales.
A veces, al ver las fotos, hasta consigo recordar el olor exacto del bebé ♥
Gracias a Elena por dejarme colarme en la intimidad de su hogar, de su familia y por estas palabras tan bonitas ♥
«Tras tres hijos, tengo muy claro que ese momento maravilloso que ahora mismo estás segura que no podrás olvidar dentro de 5 años quizás no esté tan nítido en la memoria. Por eso, hacer fotos de nuestra vida se ha convertido en, más que una afición, una necesidad. Y si bien las fotos diarias, cotidianas, del móvil o de la cámara de casa cumplen perfectamente la función, hay ocasiones, como la llegada del tercer peque, que merecen una fotografía a la altura de las circunstancias. Eso es Rebeca López Noval Fotografía para nosotros: la manera de inmortalizar nuestra vida, de capturar esos momentos que no volverán tal y como lo estás viviendo ahora mismo. Rebeca no te hace posar, viene a tu casa o al lugar que vosotros elegís, se hace cómplice de tus peques y respeta sus ritmos y deseos… de modo que el resultado final sois vosotros mismos, sin «aderezos». Si lo que quieres es una fotografía a la altura de tus recuerdos, de tus momentos más preciados, no se me ocurre mejor opción que Rebeca.»
Es muy habitual que seamos nosotras las que hacemos las fotos, así que será muy habitual que el día de mañana nos demos cuenta de que mamá no sale en las fotos.
Y no sólo eso, además, cuando contratamos una sesión de fotos, muchas veces, nos da reparo salir en ellas. Normalmente esto ocurre con nosotras, las madres, pero también hay casos de padres, e incluso de abuelas o abuelos.
Mamá no sale en las fotos
Tras el éxito del artículo de
«mi hijo no quiere hacerse fotos» hace un par de semanas, he decidido escribir este otro, que va muy en consonancia con él, y que, por desgracia es muy habitual encontrarse con esta situación.
Porque, querida mamá, esto tiene que terminar ya.
Sí, porque dentro de 15 años, cuando tus hijos vean sus fotos, no verán ninguna tuya, ninguna de todos los ratos que pasasteis juntos, de las risas, de los momentos divertidos, y de los que no lo fueron tanto…
Parecerá que nunca fuiste de vacaciones, que nunca estuviste en sus cumpleaños, que nunca tuviste un día de playa…
Cuando alguna mamá (o papá) llega a mi estudio, y me dice que no quiere salir en las fotos, lo primero que les digo es: «te vas a arrepentir».
Lo que nos cuesta a las madres
En realidad te comprendo bien, no te creas. No nos vemos bien en las fotos, no sabemos cómo ponernos, qué hacer, qué cara poner… es cierto, la cámara incomoda bastante cuando no estamos acostumbradas, es lo que hay.
Con suerte te habrás hecho unas fotos el día de tu boda (si es que estás casada e hiciste boda). Pero en nuestra cultura no estamos nada familiarizados con este tipo de saraos. En otros países, como Estados Unidos, hacerse fotos y contratar este servicio es lo más natural del mundo. De hecho, creo que es raro la familia que no tiene su casa llena de fotos familiares.
Nosotras, en cambio, vemos una cámara y nos ponemos tensas; nuestra sonrisa se vuelve falsa, y el resultado suele ser, que no nos vemos nada favorecidas.
Ser o no fotogénica
Esta es la excusa que más me encuentro: «no soy nada fotogénica».
No existe la fotogenia como tal. Lo que sí existen son personas que están cómodas delante del objetivo, y personas que no lo están.
Las que no lo estamos, nos ponemos rígidas, nos cuesta mostrarnos naturales, y nuestro rostro se tensa de tal forma, que no acabamos mostrando nuestra «verdadera cara». Y como consecuencia, nos vemos fatal y no nos reconocemos.
Pues eso, que no quiero salir en las fotos
Después de lo que te he dicho, acabarás de confirmar que no quieres salir en las fotos. Que no te sientes cómoda con alguien apuntando con una cámara, y que el resultado va a ser horrible.
Pero te voy a contar un secreto: con los niños todo es mucho más fácil.
De verdad, cuando estamos con nuestros hijos, nos olvidamos del mundo, sólo les vemos a ellos, y ellos son nuestra mayor excusa para mostrarnos como somos de verdad. Y es aquí donde reside la magia 🙂
Te recomiendo mucho las sesiones de fotos en exteriores, o en vuestra propia casa. Te vas a sentir muy segura en tu hogar, es vuestro refugio, y todo se hace mucho más sencillo. Eso repercute directamente en ti y en cómo afrontarás la sesión.
Además, el no forzar situaciones, el acompañar con respeto y tranquilidad a los peques, y pasar un reto increíblemente agradable, dará como resultado una sesión llena de momentos imborrables gracias a la fotografía.
Como siempre digo cuando me decís eso de » a mi no me saques», yo, si «veo la foto», la tengo que hacer. Es mi obligación, y créeme, me dais fotos constantemente ♥
Hace años, casi toda la intención de las sesiones de fotos de este tipo, era obtener unos recordatorios de comunión para poder entregar a nuestros familiares y amigos, bueno, eso y una gran foto para colgar del salón de nuestros padres :).
Hoy en día, es más probable que lo principal que estés buscando sea un bonito recuerdo de un evento especial y diferente, aunque seguro que también te encantará tener un recordatorio que te guste para poder regalar y/o guardar para ti misma.
Tu recordatorio de comunión
Tal y como yo entiendo un recordatorio de comunión, éste debe de atesorar ese cachito de la vida de nuestros hijos, en una época en la que comienzan a hacerse mayores, y están dando un paso más hacia la edad adulta. Es un momento de sus vidas en el que están dejando de ser niños para transitar hacia la adolescencia… y los cambios en ellos, no sólo a nivel físico, son más que notables.
Pero lo cierto es que aún hay mucho de niños en ellos, y es maravilloso, porque las sesiones siguen siendo frescas, naturales, divertidas… con un toque de madurez que las hacen más interesantes y especiales.
Así que, ese pequeño recordatorio que vas a guardar y a repartir, debería contener todo eso como lo que es, un pequeño tesoro encerrado en un papel. Porque recuerda, que las fotos hay que imprimirlas, porque estas no se nos ocurríaria dejarlas en un USB, verdad? 🙂
Sin posados forzados
Partiendo de la base de que las sesiones de comunión son algo así como la culminación de la infancia, vamos a tratarlas como tal.
Es impresionante ver a los niños ya las niñas, disfrutar de ese momento, de lo especial que resulta para ellos y de las ganas que tienen de salir y mostrarle al mundo que siguen siendo tan vitales y explosivos. Así que no lo detengamos, intentémos seguirles el ritmo y plasmar en imágenes todo lo que son en este preciso instante.
¿Te animas?
La pasada semana disfruté de una tarde con Elia. Una niña llena de energía y con mucha personalidad.
Te dejo con su sesión de fotos, en un entorno precioso que fue el marco perfecto para sus juegos y sus risas. Epero que disfrutes viendo las imágenes tanto como yo tomándolas.


Últimamente me rodeo de mucho bebito recién nacido. Hace unas semanas llegó Emil, y este sábado me voy a Madrid a conocer a Jorge. Y es que las sesiones de fotos de recién nacido siempre dan una alegría especial. Ese olorcito, sus manitas, sus gestos mientras duermen… Momentos únicos que pasan en un abrir y cerrar de ojos, y más si tienes más hijos.
Por eso me parece tan importante inmortalizar estos momentos, es una época maravillosa para una sesión de fotos. Pero también es cierto que son momentos de cansancio, y muchas veces de estrés. Por eso, mis sesiones favoritas con recién nacidos, son en vuestra propia casa.
Sesión de fotos de recién nacido
En casa nos encontramos todos más tranquilos, es nuestro refugio. Si hay hermanos mayores, pueden jugar y hacer sus cosas de siempre. Abrazar con naturalidad a sus padres y a su nuevo hermanito. En casa todo sucede de forma más natural, y mucho más cómoda.
Además, tú, mamá, podrás descansar, no tendrás que estresarte por si el peque necesita alimentarse justo cuando sales de casa, o si necesitas cambiarlo… Cada uno de esos momentos, por el contrario, se convierte en un momento que vamos a congelar e inmortalizar para que podáis recordarlo una y otra vez a lo largo de estos años.
Algunas ideas para tu sesión de recién nacido
Normalmente estas sesiones se llevan a cabo por la mañana. Los peques están más tranquilos, y es un buen momento para que todos estéis más relajados.
Puedes preparar un baño para poder «crear» más instantes. Esto nos dará lugar a fotos más variadas… podremos verlo con los ojos abiertos, o llorando a pleno pulmón en algunos casos.
Mientras lo alimentas, es un momento de gran conexión entre vosotros. Tanto si le das pecho, como si no, es vuestro momento, mágico y especial.
Podemos preparar también algunos juegos tranquilos con los hermanos mayores, como pintar, leer, o algún juego de mesa. Ellos serán parte importante de la sesión.
No dejes pasar estos momentos, porque ya no se repetirán…
Y ahora, te dejo disfrutando del pequeño Emil ♥


Esta semana te traigo una entrada muy especial: una sesión fotográfica de moda. Ya sabes que normalmente me verás haciendo fotos a pequeños, buscando exteriores con una luz suave, cálida. Lugares tranquilos y especialmente adaptados para que los niños se diviertan y pasen un rato muy agradable. Pero esta vez, no.
Esta vez he salido de mi zona de confort, que me da miedo y emoción a partes iguales. Busqué uno de esos sitios que tanto me gustan a mí, un entorno abandonado, o con aspecto de ello, algo industrial y totalmente distinto a lo que suelo usar en mis sesiones. Hora de la sesión 11 a.m. Luz dura, solazo. Mucha ropa bonita y una chica preciosa que era la primera vez que se ponía delante de la cámara.
Sesión fotográfica de moda para Lovely
Lovely es una tienda de mi ciudad. Una tienda preciosa de esas que se llevan ahora. Con mucha personalidad, como su dueña, Paola. Y trabajar con ella ha sido una experiencia divertida y emocionante.
En esta sesión te traigo algunas de las prendas que puedes encontrar ya allí, espero que disfrutes viendo las fotos tanto como nosotras haciéndolas… por cierto, ¿te he dicho alguna vez lo que disfruto trabajando con otras mujeres? Y aquí se junta el trabajo de 3 🙂
Nuestra modelo, Enya:

Paola, al frente de Lovely:

Nuestro campamento base:

Y una servidora en plena acción (foto de Paola):
Ahora sí, disfruta de la sesión completa:




























